domingo, 11 de marzo de 2007

Mundo ventana




Hernán Schillagi

Poemas

1999


Colección de poesía desierta

Libros de Piedra Infinita, 2002





A Cecilia,
por sostenerme
el corazón.





TAN LEJOS/TAN CERCA


Cruces

Un pájaro en la rama
un camino de tierra
mi mano sosteniendo una brasa.

La rama sacude sus plumas
el polvo transita destinos
la brasa apareándose con mi mano.

Lo real y lo irreal
la verdad y la mentira
el vuelo y la caída.


La cruz en la boca

Hoy
con la cruz en la boca
he nombrado:

al ala que se agita
al barro sin forma
al viento subterráneo
al fuego impuro
al agua al aire al sol
a todo lo desafiante.

Por primera vez.


Moneda

O la espera
o los días
o la nada.

O todo.

Optar la cruz
y la cara.


Equilibrio

Tu mano
mi mano.

Tu sexo.

Tan inasible
y tan mío.


Presa

Frágil
inquietante
hambriento.

Lento
observador
avasallante.

Seducido
desnudo
entregado.


Vapor

Te hallaré en mí
como un jarrón
lago de forma mía...

Luis A. Spinetta

Una mañana soy lago
una gota se filtra en mi forma.

Una mañana soy gota
y ansío deformarme.


Símil

Como una flor
guarda en sus pétalos
la memoria sin memoria.

Frágil.


Fusión

Vuelan mil pájaros
convertidos en uno.

Su canto y su color
se han unificado.

También su sangre
también su silencio.


Ilusión

Cae un día
y los demás
se desprenden
de la memoria
como el rocío
de las hojas.

Y se aplastan
contra el suelo.


Escultura

Descalza en la piedra
es decir desnuda.

Piedra y mano
la toman
la tocan
la forman.

Sangre
roca
mujer.


Laguna

Veo
caer
la hoja
seca
en tu cuerpo
de agua
que todo
humedece.


Cuerpo elemental

Huellas en la arena
y la presencia de alguien
en el pasado.

Reconstruirme.

Desde los límites del viento
en el profundo recuerdo de un río
desde la hoguera de la realidad.


Tan lejos/Tan cerca

Buscarnos
y proteger las distancias.

Hallarnos
al saber que el otro
se ocultó en mí.




MUNDO VENTANA


1

Ciudad
poblada de noche
habitada por el viento
dormida en el polvo.

Ciudad informe
mutada en un desierto abandonado.


2

Toda la ciudad
en la que nos apoyamos
se vuelve ceniza
y vuela.

Entonces
nos apoyamos
en el fuego
o en el aire.


3

Cada ciudad
anida otra en su vientre.

La de las voces liberadas
la de los callejones
sin salida ni regreso
la que llena de luz y ciega
al mismo tiempo.

La ciudad
que eligió amarse
sobre la noche.


4

Encontrarme
con tus ojos ciudadanos
en la plaza
en los árboles
entre los autos
rescatando
a niños
de una soledad
de muchos.


5

Es imposible volver sobre los pasos
si se han roto todos los puentes...
Rubén Sevlever

La ciudad
cubierta de carteles
o cruces iluminadas
oculta su verdadera forma.

Su forma
de puente colgante
suspendido en el aire
partido por la indiferencia.

Un puente
que no une a nadie.


6

Ciudad
que busca su nombre
en grietas o en venas
que se cortan
con el filo del horizonte
que se abren
como los ojos de un pájaro
descubriendo el amanecer
y que se borran
una a una
con el polvo.

Sin nombre verdadero
sin cuerpo real
ciudad
que busca su identidad
en lo más maldito
de sus entrañas
de su ser abandonado.

Una identidad
que se oculta en sus heridas.


Luces en la ventana (6 haikus)


1

Llueve en los muros
donde chocan los pájaros
que huyen del sol.


2

Abro las calles
camino las ventanas.
La ciudad duerme.


3

Todas las sombras
a la luz de la tarde
buscan su forma.


4

En la ciudad
en la oscura ciudad
un sueño duele.


5

Sobre la ruta
la lluvia se detuvo
a poseerme.

6

No hallarme aquí
adonde me he perdido
sino en los límites.


Condena

Los girasoles
cansados de seguir al sol
indican la sombra
hacen de la piedra su color
y se obligan a nacer.

Los girasoles
de algún modo
eligen su condena.


Infancia

Sé lo que no es.

No es un patio
un árbol
una baldosa.

Ni un recuerdo
que vuelve disfrazado.


Árbol

Nunca los árboles
quisieron morir.

Camino
respiro
y me entierro.

Solo
aferrado a una lágrima
rodeado de espinas
cerca de la sangre
seco.

A punto de caer
busco mis raíces
me descubro árbol
y vuelvo a respirar.


Luz en mí

Encerrado
como se encierra la luz
en las casas
las ventanas
las personas
al caer la noche.


Extranjero

Los lugares
me parecen lejanos.

Me aproximo
pero no llego.

Sólo me paro
en sus límites.

Y contemplo.


Fugaz

La última luz
de un atardecer
me encuentra
solo
en la plaza
de una estación
oyendo pasar los trenes
la gente
los sueños
o todo lo que se va.


Mundo ventana

Hojas ocultando la vereda
un horizonte de piedra
un perro dormido o muerto
humo en los techos
o en el rostro de la gente
pájaros y niños en silencio.

Todo
lo miro alejado
por este mundo ventana.




EXTREMOS


Sin raíz

Ser nada
y dolor.

Arraigar
los espacios vacíos.

Recogerme en pedazos.


Sustancia

Un cuerpo sobre la mesa
es pan.

Desmigajado espera.

Una lágrima y su sal
lo tornarán hombre.


Zonas oscuras

La luz del farol
ilumina tu cara.

También ilumina otras caras
descubre otras manos
impacta en las frentes.

Ilumina tu cara
y lo extraño
no es tu agradecimiento
sino
tu mendigar
sin conocer el hambre.


Mancha

Necesito el silencio
como un espacio inabarcable.

Sin fronteras.

Donde la palabra
sea una mancha
que estoy obligado
a borrar.


Polos

La verdad sin la mentira
caería en su propia trampa
se repetiría en su discurso
y se fingiría un adversario.

La verdad
nada más que la verdad.

Cuando los opuestos
se contraen.


En silencio

No dejo de ser
(si en las voces
de una tormenta
callo)
luz y agua.

Agua de pozo
luz de farol.

Víctima
de un silencio artificial.


Sacrificio

Los árboles
habitan en el sol
y la imposibilidad
de rescatarme
provoca el fuego
enciende las hojas
me aleja de la salvación
me acerca a las cenizas.

Inmolarme
y vacío.

Por un mundo.

Por un infierno.


Último diluvio



A Jorge Luis Borges

Cada una de las cosas
como las paredes de una celda deshabitada
el sol sobre las cruces de un cementerio
las piedras de un camino perdido
la forma de una nube gris
son restos
de un diluvio salvaje
que no podemos recordar.


Espejado

Me reflejo (a mí)
en la completa desnudez
con la secreta traición
de ocultarme (siempre).


Un todo

El aire
el polvo
la luz.

Brutalmente atravesados
por lo cotidiano.

Partes de un todo
que se destruye
con sólo nombrarlo.

Un todo roto
incompleto
real.


Gestos

En mis manos
hay tanto más por hallar...
Francisco Bochatón

Rey en mí
sin las manos
para perdonar
o matar.

En mí
el mundo se desmiembra
de gestos morales.


Sin la máscara

Otorgo mis heridas
las ofrezco al barro.

Limpio de mi cuerpo
todo dolor y grito.

Grito.

Desde el arrepentimiento
sin la máscara
con el rostro y la voz.


Espada y cenizas

Una espada en el camino
significando la presencia
de un elemento en el pasado
que luchó
mató
brilló
y olvidó:

las batallas sin conciencia
las duras manos del hambre
las noches en blanco
y ese elemento
de fuego
que clava
que revuelve
una memoria
de cenizas.


Vaivén

La victoria
donde mi cara reflejará
tus pies de agua.

Tus pies son barro
donde mi cara conocerá
la derrota.


Despedida

Me fui, como quien se desangra.
Ricardo Güiraldes

Un mismo sendero se desgaja
el dolor subyace en cada vena.

Irnos.

Y la tristeza
se funde con la distancia.


Desengaño

Espalda contra espalda
dos ángeles se friegan las alas
en busca de su humanidad.


Fisuras

Haber iluminado
con cielos y ríos
(en lo más hondo)
cada fisura de un cuerpo
que se resiste a la totalidad.


Silente

Dentro de la miseria
de mi voz.

Imagino
lo que no puedo nombrar.


Circular

Y caí
sin temer al fondo.

Decepcionado.

De allí vengo.


Quebranto

Aún los gritos
no cubren
el atroz silencio
que me inunda.

Pronunciarme.

Hasta quebrar la voz.


Extremos

Crearme un abismo
con los fragmentos
que me otorga
la nada en ruinas.

Salto al vacío
y toco los extremos.


©Hernán Schillagi

7 comentarios:

Yeli dijo...

Ha sido un placer visitar tu pg. Que viva la palabra y la musa!
Un abrazo
Yeli

Marcelo Neyra dijo...

Hola Hernán, soy Marcelo Neyra coordinador de Zediciones, me gustaría que entremos en contacto, dale. Espero tu mail a:
zediciones@yahoo.com
Abrazo

Hernán Schillagi dijo...

Hola Yeli: que tarde leo tu comentario. Comparto y celebro tu amor por la palabra. Ya te visitaré (virtualmente) Un abrazo también.

Hernán Schillagi dijo...

Marcelo: veo que leíste mi comentario en el Mdz. Vuelvo a felicitarte por tu actividad por la poesía y los libros. Un abrazo lírico.

La escriba gris dijo...

De tu ciclo wenderiano, "Tan lejos/tan cerca" me gustan todos, particularmente "Escultura" que ha inspirado una prosa poética que pronto saldrá en María Castaña. "Roca, sangre, mujer". Amo tu concisión y no me canso se hacer objeto palpable estos poemas invisibles.
La escriba gris

Hernán Schillagi dijo...

querida escriba: gracias por los comentarios. De tres partes y muchos poemas, que te guste una es mucho. Sobre todo teniendo en cuenta que el libro hace ya 6 años (largos, largos) que fue editado. La idea era ésa: que los que no habían podido leerlo en su versión gráfica, pudieran -descaro mediante- acercarse a él.

La consición, en su momento, fue bastante criticada, pero era una búsqueda extrema. Me gusta lo que me dijo una gran lectora, Cristina Salatino: que los poemas eran de puño cerrado y que, ahora, era tiempo de abrir la mano. Sigo trabajando en eso.

Topo/Adrian dijo...

che pero que bueno chabon. que poetica mas acertada!!! mucho gusto Adrian Salas Abrego, de San jUan, abrazos.